Inter American Press Association Inter-Continental Hotel, Miami October 14, 2007 Alberto Ibargüen
Gracias.
Es un enorme placer estar de vuelta con ustedes, amigos, periodistas que he admirado durante toda mi vida profesional.
Me alegra, además, que estén ustedes en mi ciudad, en Miami -que no es ni nunca será la capital de América Latina, como algunos equivocadamente dicen - que no es ni siquiera la capital de la Florida - pero que sí es, y con el paso del tiempo seguirá siendo aún más, el lugar donde tanto los del norte como los del sur de América se sienten igualmente cómodos y como en su casa. Bienvenidos.
No quiero dejar pasar esta oportunidad sin recordar a Don Andrés García Lavín, fallecido hace pocos meses.
Para mí, Don Andrés representaba lo mejor de la SIP, realista pero siempre optimista y alegre, dispuesto a todo para proteger su libertad de expresión y la de su querido México, y a su familia. Nunca lo olvidaremos. Me parece apropiado recordar también a otro de los grandes de otros tiempos, el que fue chairman de Knight Newspapers, presidente de la SIP y chairman de la Fundación Knight.
Me refiero a Lee Hills, quien, más que cualquier otro individuo, es el responsable por la manera en que los hermanos Jack y Jim Knight organizaron su fundación. La Knight y la SIP tienen lazos muy estrechos desde hace más de 50 años, cuando la fundación otorgó sus primeras becas en periodismo por medio de la SIP. Una relación que dure más de 50 años es algo que se debe celebrar y lo hacemos con orgullo. Y para celebrarla, están aquí colegas de la Knight, entre ellos Eric Newton, Gary Kebbel y José Zamora. Están, además, Eduardo Hauser, miembro de la junta de asesores del programa de periodismo, y Rosental Alves, Knight Professor en la Universidad de Texas.
Mis comentarios hoy serán breves y con permiso seguiré en inglés, pues es a la prensa norteamericana que mayormente me quiero dirigir. Cualquier sociedad donde los criminales pueden asesinar a un periodista con impunidad es una sociedad en peligro de caer en el caos. La democracia requiere orden e información. Si uno puede detener la fuente de la información confiable, es sólo un corto paso hacia la eliminación del respeto comunitario por la ley de que las sociedades libres y abiertas requieren para su existencia misma.
Claramente, ninguna parte del mundo es realmente segura. Somos testigos de la represión general en Cuba, la represión masiva en Birmania y el reciente asesinato de un periodista en Oakland, California. O consideremos la libertad de prensa en Rusia, Irak, Argelia o Filipinas.
Pero todos los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa podemos sentirnos orgullosos del hecho de que en América Latina hay una campaña exitosa, un programa que representa nuestras esperanzas para el futuro. Esta organización puede estar orgullosa de que ella, entre todos los otros grupos de medios del mundo, ha sido la pionera en la lucha contra la Impunidad. El programa Impunidad de la SIP está siendo observado en todo el globo como un ejemplo de una forma de luchar contra aquellos que traten de silenciar una voz esencial en una democracia: la voz de un periodista. Recordemos que no hace mucho tiempo, en la década de 1980, cuando un periodista era asesinado en las Américas, no pasaba nada.
No había investigación.
No había arrestos.
No había juicio.
No había condena.
Sufríamos una "tasa de impunidad'' del 100%. A fines de la década de 1990, después de 5 ó 6 años del inicio de este programa, la tasa de Impunidad bajó al 79 por ciento. Actualmente, la impunidad ha disminuido al 57 por ciento. ¿Qué significa eso? Significa que la simple idea funciona: que debemos hacer lo que sabemos hacer: periodismo, difusión y decir la verdad a la gente poderosa.
Eso significa que cuando un periodista es asesinado, la justicia es ahora una posibilidad. Un equipo de respuesta rápida investiga. Vuestra campaña de difusión se propaga por todo el mundo. Las delegaciones se reúnen con líderes de gobiernos. Se arresta y se enjuicia a personas. ¿Los resultados? .Hoy día, en este momento, hay 82 personas encarceladas, incluso algunos autores intelectuales, como consecuencia del proyecto Impunidad.
.Hoy día, más de 1,000 periodistas han sido preparados para sobrevivir en situaciones peligrosas, como consecuencia del proyecto Inmunidad.
.Hoy día, importantes reformas legales han eliminado el estatuto de limitaciones de los asesinatos de periodistas en Colombia, Brasil y México. Esa es la buena noticia. Pero, como todos sabemos, también hay malas noticias. Las condiciones subyacentes de la guerra civil, el crimen organizado y los sistemas judiciales débiles no han desaparecido, y el asesinato de periodistas continúa. Y continuarán hasta que el reino de la ley triunfe sobre el reino de la violencia. ¿Qué debemos hacer? Como bien saben ustedes, la directiva de la SIP le pidió a la Fundación Knight no sólo continuar apoyando nuestra lucha para terminar con la impunidad, sino que ampliáramos el programa. Alejo Miró Quesada, Rafael Molina, Diana Daniels, Jack Fuller, Gonzalo Marroquín, Danilo Arbilla, Enrique Santos, Jorge Fascetto y Edward Seaton nos pidieron que continuáramos apoyando este proyecto. Lo conversamos largamente con Julio Muñoz y en forma especial con Ricardo Trotti, y terminamos coincidiendo.
Por lo que estoy feliz hoy de anunciar que la Fundación Knight hará un aporte de 2.5 millones de dólares a la SIP para que lleve a cabo esta lucha por los próximos cinco años. Con esta donación, nuestra contribución total a la SIP habrá sido de 9.3 millones de dólares con el tiempo. Si esto parece mucho, compárenlo con los cientos de millones que gastan rutinariamente los enemigos de la libre expresión y de la prensa libre, y compárenlo con el costo del silencio. Nosotros creemos que una inversión inteligente.
Esta donación de la Fundación Knight ampliará más aún la campaña contra aquellos que maten periodistas latinoamericanos convirtiendo a la impunidad en el problema de todos. La próxima etapa de este proyecto sumará a nuestros aliados más naturales a la causa: los jueces. La SIP ha construido la base para la ampliación de la campaña. Financiada por la Fundación Knight, ustedes organizaron la Conferencia Hemisférica: Poder Judicial, Prensa e Impunidad, en julio en la República Dominicana.
La conferencia evaluó alternativas para confrontar la impunidad, como condenas de cárcel más drásticas para los que secuestren o asesinen periodistas, trasladando los crímenes contra los periodistas y jueces a la jurisdicción federal y eliminando los estatutos de limitaciones. Veintiún jueces y docenas de líderes, abogados, legisladores y representantes de medios coincidieron en que se necesitan foros de discusión entre jueces y periodistas para entender mejor los retos enfrentados por cada grupo. En una declaración de principios, los participantes acordaron:
"repudiar enfáticamente'' la violencia contra los periodistas
investigar y castigar los ataques contra la libertad de expresión y los crímenes contra periodistas y funcionarios del sistema judicial
aplicar sanciones con más eficacia sin afectar a la independencia judicial
procurar reformas legales
promover foros y seminarios para los medios y el poder judicial para buscar entendimiento mutuo, y
continuar las campañas de educación de la opinión pública.
Habrá sesiones de seguimiento organizadas por el Diálogo Interamericano, también financiadas por la Fundación Knight. La oportunidad aquí es alistar a los jueces en la lucha contra la impunidad. Esta década pasada, jueces, fiscales y otros funcionarios de la justicia han sido asesinados por motivos relacionados con sus labores en Brasil, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Venezuela y Estados Unidos.
¿Por qué son los jueces blandos ante los asesinatos de periodistas?
Porque la misma gente que mata periodistas como una forma de ataque contra la sociedad civil también mata jueces como una forma de ataque contra la sociedad civil. En Colombia, por ejemplo, 62 jueces y fiscales han sido asesinados en la última década, superando a los 54 periodistas que corrieron la misma suerte.
Todo esto lo viví de cerca hace algunos años, cuando, con Jack Fuller, Enrique Santos y otros, estábamos visitando al presidente de la Corte Suprema de Colombia. Yo acababa de señalarle que el asesinato de un periodista no es un simple homicidio, sino un crimen contra la sociedad porque silencia una voz necesaria en una democracia. El magistrado escuchó atentamente y se encogió de hombros cuando dijo: sé exactamente lo que quieren decir. ¡Yo siento lo mismo cuando matan a uno de mis jueces!.
Existe un interés común aquí entre los medios y el Poder Judicial, cada uno con su función independiente, cada uno necesario para democracias que funcionan y cada uno bajo severos ataques. Como se señaló en una evaluación independiente realizada por Susan Philliber sobre el proyecto Impunidad: Aunque la SIP tiene los datos para mostrar avances, aun después de 11 años no hay condenas suficientes, capacitación suficiente ni cambios políticos suficientes para terminar con los ataques contra los periodistas. Este trabajo también necesita continuar. Y lo continuaremos.
En cuanto a los resultados específicos esperados, a continuación les menciono los principales: la SIP
ampliará su campaña convirtiendo a la impunidad en "el problema de todos''
conseguirá el respaldo de jueces, fiscales, editores, ciudadanos y otras personas, aumentando el conocimiento de la opinión pública de su proyecto Impunidad a través de 8 millones de dólares en espacio publicitario donado
enviará 12 delegaciones a ciertos países
organizará 12 foros judiciales y legales
presentará ocho nuevos casos ante el sistema judicial interamericano
organizará el 2011 la Conferencia Hemisférica sobre reformas legales
capacitará directamente a 1,000 periodistas en prácticas de seguridad, realizará investigaciones y distribuirá ampliamente materiales educacionales sobre ese tema en todos los medios, y
aumentará el tráfico en la web a la dirección www.impunidad.com a por lo menos 50,000 visitantes únicos cada mes, y los conectará con otras campañas contra la impunidad, incluso con las labores de la Comisión para Proteger a los Periodistas.
Para decirlo simplemente, creemos que la tasa de arrestos aumentará y creemos que cuando esta donación se complete, en el año 2011, por primera vez en la historia reciente, la justicia para los periodistas asesinados será algo no sólo posible, sino probable.
Para terminar, no por eso menos importante, les pedimos que se nos unan en un aplauso para el personal de la SIP, la Comisión de Impunidad, para ustedes mismos por haber continuado con este programa y por haber hecho la campaña exitosa, y más que todo para los valientes periodistas de la Unidad de Respuesta Rápida. Nos sentimos orgullosos de ser vuestros socios en esta lucha.
Madrid, Espanha