28 Abril 2000

La morosidad de la Justicia en Bahía

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Bahía, la más brasileña de las tierras, de la sensual Gabriela, Clavo y Canela, del cacao y del coronelismo descriptos en las obras del escritor Jorge Amado, con su naturaleza cantada en versos por Gilberto Gil y Caetano Veloso, es también la campeona en Brasil de crímenes impunes contra periodistas. De 1991 hasta 1998, 10 profesionales fueron asesinados en el interior del estado. Hasta hoy, ningún autor, intelectual o material de los crímenes ha sido identificado. Persisten solamente sospechas.
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Bahía, la más brasileña de las tierras, de la sensual Gabriela, Clavo y Canela, del cacao y del coronelismo descriptos en las obras del escritor Jorge Amado, con su naturaleza cantada en versos por Gilberto Gil y Caetano Veloso, es también la campeona en Brasil de crímenes impunes contra periodistas. De 1991 hasta 1998, 10 profesionales fueron asesinados en el interior del estado. Hasta hoy, ningún autor, intelectual o material de los crímenes ha sido identificado. Persisten solamente sospechas. "La impunidad está garantizada por averiguaciones policiales insatisfactorias, algunas visiblemente incompletas o manipuladas, porque el juego de influencias en esas ciudades es muy grande", afirma Agostinho Muniz, director de la Asociación Bahiana de Prensa, vice-presidente del Sindicato de los Periodistas de Bahía y director de la Federación Nacional de los Periodistas (Fenaj). Desde que las entidades decidieron movilizarse internacionalmente, los crímenes cesaron aunque siguen las amenazas. Hasta 1998, ocurría cerca de un asesinato a cada seis meses. Entidades de periodistas y de derechos humanos están intentando cambiar la ley para que la responsabilidad de la investigación de los crímenes contra periodistas en el interior del Brasil sea transferida a la Policía Federal. La "federalización" de las averiguaciones sería una manera de evitar la manipulación y la presión ejercida sobre comisarios, procuradores públicos y jueces durante el período de la investigación, y también de los asesinos intelectuales y materiales, muchas veces ligados a intendentes o políticos de la región. En el interior de Bahía, donde muchos viven hoy del comercio, de los servicios, de las plantaciones de cacao en zonas rurales, cualquier irregularidad de los poderosos es denunciada por la prensa. En Eunápolis y en Itabuna, ahora, con la proximidad de las elecciones para la alcaldía y para concejales en octubre del 2000, se respira política en las páginas de los periódicos, en las charlas en las calles, en las obras sociales. En esos lugares, los grandes periódicos no tienen tanta lectura como los medios de comunicación regionales. Las radios y los periódicos menores son la principal, sino la única, fuente de información. Y, los medios de comunicación generalmente toman partido. A veces, exageran en los ataques y caen en "denuncias". Uno de los principales problemas enfrentados por los periodistas es mantener la independencia económica y política. Esa situación se refleja en el trabajo de la prensa de ciudades como Itabuna y Eunápolis. "La prensa en el interior casi siempre depende en parte de las alcaldías, porque el comercio y el tiraje no son suficientes para tener un soporte financiero", admitió Marcel Leal, hijo de Manoel Leal Oliveira, y actualmente el director de A Região. En entrevista a la revista Carta Capital, Marcel Leal también declaró: "Hacer periodismo en el interior es intentar defender una sociedad que no tiene coraje, o condiciones, de enfrentar gente poderosa y que ve en la prensa local, cuando ella hace ese papel, la única oportunidad." La prensa en Bahía tiene aún otra característica que la diferencia del resto de Brasil: la fuerte influencia del presidente del Congreso Nacional, senador Antônio Carlos Magalhães (ACM, como es conocido), es de Bahía. Se dice en Bahía que un periódico, una radio o una televisión son "carlistas" cuando apoyan a ACM o a sus aliados. La figura del gran jefe, que pertenece al Partido de la Frente Liberal (PFL), es omnipresente, para empezar el aeropuerto de Salvador, capital del estado, se llama Luís Eduardo Magalhães, hijo del político que falleció en abril de 1998. Varios barrios, escuelas, calles y avenidas llevan los nombres de ACM o de su hijo. En abril del 2000, Bahía fue el centro de atención de todo el país debido a la conmemoración de los 500 Años del Descubrimiento de Brasil. Eunápolis y Porto Seguro estuvieron en los noticieros nacionales e internacionales porque fueron escenario de las protestas de indígenas "sin tierras" y de estudiantes que chocaron con la policía. Muchas personas fueron apresadas o quedaron heridas. Tres años después de la muerte de Leal y Santana y tantos otros periodistas, los bahianos piden justicia. En abril, la serie de reportajes publicados en el periódico A Tarde, de Salvador, sobre los crímenes contra periodistas de Bahía, reabrió las discusiones sobre la impunidad. La diputada estatal Moema Gramacho, del Partido de los Trabajadores (PT), encaminó un pedido de apertura de una Comisión Parlamentar de Investigaciones (CPI) en la Asamblea Legislativa, con el objetivo de que se investiguen los asesinatos, secuestros, agresiones y las amenazas contra periodistas en Bahía. Hasta el 27 de abril no contaba con el número mínimo de diputados para que la CPI comience sus funciones.

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