30 Outubro 2012
Dos nuevos acusados por el asesinato del periodista Orlando Sierra
El Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) dio a conocer que la Fiscalía General de la Nación en Colombia, dictó una resolución en la cual se acusa a Luis Arley Ortiz Orozco (alias "Pereque") y Francisco Antonio Quintero Tabares o Luis Miguel Tabares Hernández (alias "Tilín") de ser presuntos coautores del homicidio de Orlando Sierra, subdirector del diario La Patria, quien murió el 1 de febrero de 2002, tras dos días de agonía después de ser atacado a tiros por un sicario en Manizales, departamento de Caldas, en la parte central del país.
De acuerdo al IPYS, con sede en Perú, la decisión de la Fiscalía en contra de Ortiz Orozco y Quintero Tabares se efectúa un mes después de que ésta cerrara parcialmente la investigación, lo que motivó la renuncia del abogado Ariel Ortiz Correa el 14 de julio de 2004. En su carta de renuncia Ortiz Correa, quien estaba asignado al caso ad honorem, afirmó que "quienes ordenaron la muerte de Orlando Sierra ya pueden estar tranquilos ante la justicia esta investigación, por haber abandonado el verdadero norte, constituye un rotundo fracaso".
Según informó la organización, en declaraciones a medios, el abogado dijo que la Fiscalía ha hecho "poco o nada" por encontrar los verdaderos responsables del crimen y que el caso de Sierra era uno más en los anaqueles de la fiscalía de Bogotá.
Sierra, de 41 años, fue atacado en la puerta del diario por Luis Fernando Soto Zapata. Tras la rápida reacción de la policía fue capturado a los pocos minutos del atentado y se le encontró el arma de fuego con la que disparó al periodista. Ante la inminencia de los testimonios en su contra, los resultados de las pruebas técnicas y un vídeo de seguridad que registró el momento del crimen, Soto Zapata se acogió al beneficio de sentencia anticipada y confesó ser el autor material. Aseguró que lo mató porque confundió al periodista Sierra con otra persona. Un juez dictó en su contra sentencia de diecinueve años y medio de prisión por el delito de homicidio agravado y porte ilegal de armas. Esta sentencia se puede reducir de acuerdo al comportamiento que Soto Zapata tenga durante su tiempo de reclusión.
Investigaciones periodísticas independientes sobre el caso sugieren que detrás de la muerte de Sierra estarían miembros de la clase política local. Algunas incluso han registrado la muerte de personas que servían como testigos. La motivación real del crimen de Sierra sería sacar del camino a una persona que, con sus investigaciones y denuncias en su columna de opinión, Punto de Encuentro, fustigaba duramente las prácticas corruptas en su departamento y la región.