El primer renglón de la lista del Partido Liberal al Concejo de Supía (Caldas) no llamaría la atención si no fuera porque es Ferney Tapasco González, el polémico dirigente político que, se supone, está muerto políticamente.
Tapasco, mencionado por informantes de la Fiscalía por su presunta participación en el asesinato, hace cinco años, del subdirector de La Patria, Orlando Sierra Hernández, no podría aspirar a cargos de elección por una sentencia del Consejo de Estado.
Hace nueve años este tribunal se pronunció a favor de una demanda contra Tapasco por haber sido condenado, en 1995, a un año de prisión por encubrir al homicida de un profesor de Supía.
El asesino huyó en un carro asignado a Tapasco, en ese entonces presidente de la Asamblea de Caldas.
Según el abogado constitucionalista Enrique Quintero, si una persona ha sido condenada por un delito común, como es el caso de Tapasco, "está muerta políticamente".
Pese a esto, Tapasco asegura que puede aspirar sin problema al cabildo de su pueblo natal. "Simplemente me quitaron la credencial de diputado", dice.
La postulación de Tapasco causó rechazo entre familiares del periodista Sierra. Beatriz, su hija, dijo simplemente: "Me parece horrible, terrible". Otro pariente del periodista se lamentó de que "seguimos en las mismas" y de que "la gente olvide tan fácil".
Para Carlos Cortés, director de la Fundación para Libertad de Prensa, la postulación de Tapasco es "lamentable". Por lo menos -dijo- debe haber una sanción moral en contra de Tapasco de parte de quienes conocieron el trabajo de Orlando Sierra.
"No estoy inhabilitado para aspirar a cargos de elección popular. La muerte política solo existe para los congresistas. Solo fui suspendido por un tiempo".
Ferney Tapasco, aspirante al Concejo de Supía (Caldas).
Madrid, Espanha