05 Setembro 2012
Piden a presidente electo frenar violencia en contra de periodistas mexicanos
MEXICO, D.F. (apro).- La Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA por sus siglas en inglés) exhortó al presidente electo, el priista mexiquense Enrique Peña Nieto, a dar garantías de libertad y seguridad a periodistas y medios del país.
MEXICO, D.F. (apro).- La Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA por sus siglas en inglés) exhortó al presidente electo, el priista mexiquense Enrique Peña Nieto, a dar garantías de libertad y seguridad a periodistas y medios del país.
En el marco de la presentación de Una amenaza de muerte a la libertad: un informe sobre la violencia contra la prensa en México, el director general adjunto de la organización, Larry Kilman, denunció que durante el gobierno del panista Felipe Calderón se instituyó la estrategia de atacar a los periodistas como medio de control en la elaboración de noticias, situación que socava la democracia y viola la libertad de expresión.
A tres meses de que Peña Nieto asuma la Presidencia del país, el activista de la organización con sede en París, Francia, aconsejó en un comunicado al nuevo gobierno hacer más para garantizar que su prensa sea libre y que sus periodistas estén seguros a la hora de reportar las noticias.
En el documento se examina la situación de la prensa en México en el contexto de la violencia desatada por la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón, así como por aquella originada en la pugna entre cárteles de la droga.
Desde estos frentes, acusa WAM-IFRA, se busca controlar el flujo de información a través del terror, asesinato, ataques armados contra periodistas y medio de comunicación, amenazas y secuestros.
La ONG, que logró documentar 39 asesinatos de reporteros cometidos sólo en el sexenio de Calderón, sostiene que las agresiones contra medios y comunicadores han sido brutalmente eficaces: regiones enteras en México están experimentando un apagón informativo completo, con el exilio o la autocensura de los periodistas que, a menudo, consideran que estas son las únicas formas que tienen de protegerse.
En el reporte también se ubica el origen de la violencia en dos ámbitos, el de los grupos de la delincuencia organizada, por el control de territorios para el trasiego de drogas, y el de las autoridades, cuya implicación se extiende a la corrupción y la impunidad, en todos los niveles de gobierno.
Para el autor del informe, el responsable de misiones de WAN-IFRA, Rodrigo Bonilla, la prensa en México está cada vez más incapacitada para cumplir su función y, lamentablemente, se ha quedado sin protección en lo que es uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas.
Resaltó que ante la violencia contra los periodistas las autoridades son, en el mejor de los casos indiferentes. En el peor, cómplices, asegurando impunidad absoluta a los autores de esos delitos.
Luego de considerar que los profesionales de los medios están en una situación de emergencia, la organización conmina a los integrantes de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión a reformar los códigos Penal federal, Federal de Procedimientos Penales y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con el fin de federalizar los delitos contra periodistas,
Además, con el fin de asignar recursos financieros, materiales y de personal para fortalecer la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) para que pueda llevar a cabo investigaciones y esclarecer casos, así como el fortalecimiento de las procuradurías locales para que contribuyan en investigaciones y el esclarecimiento de casos de agresiones a periodistas.
WAN-IFRA, con presencia en 120 países y 36 mil medios afiliados, recomienda perfeccionar el mecanismo de protección a periodistas a través de la participación activa de la sociedad civil y de representantes de medios de los estados, así como medidas para bajar los niveles de impunidad.
A los dueños de los medios sugiere invertir en protocolos de seguridad y cursos de capacitación y el establecimiento de criterios editoriales para asegurar una excelencia editorial y un periodismo ético y seguro, así como la creación de acuerdos y mecanismos de cooperación entre medios destinados a aumentar la seguridad de los profesionales de la comunicación.