21 Abril 2010
Persiguiendo las balas II. Ciudad Juárez
Ciudad Juárez impresiona como una ciudad sitiada por policías y militares. Pasamontañas, armas largas, uniformes azules y verdes, cascos y trincheras. No sólo se les ve recorriendo las calles o atrincherados. La llegada al aeropuerto de esta ciudad fronteriza implica encontrarse decenas de federales y militares a bordo de sus camionetas o caminando, una vez que se pasa el hall de entrada del edificio y se pisa la vereda que da al estacionamiento.
Ciudad Juárez impresiona como una ciudad sitiada por policías y militares. Pasamontañas, armas largas, uniformes azules y verdes, cascos y trincheras.
No sólo se les ve recorriendo las calles o atrincherados. La llegada al aeropuerto de esta ciudad fronteriza implica encontrarse decenas de federales y militares a bordo de sus camionetas o caminando, una vez que se pasa el hall de entrada del edificio y se pisa la vereda que da al estacionamiento.
Superan con creces el número de pasajeros o taxistas que se pueden ver con maletas. Nadie se queda esperando allí. Cada pasajero, cada taxista, a lo suyo. Subirse al auto y partir.
Ciudad Juárez es de policías y militares desde que uno sube al avión que lo lleva directo desde la ciudad de México. A un lado de los asientos de un Boeing 737 a medio completar es fácil identificar a cinco de ellos: corpulentos, morenos, con corte de cabello al rape y comentando una nota sobre armas decomisadas el día anterior y que pocas veces se han visto por ser de nueva generación.
Se puede comprobar su identidad al verlos luego en la explanada fuera del aeropuerto, conversando con policías federales, antes de subir a un vehículo oficial. Ver el texto íntegro en:
http://geografiaderiesgos.blogspot.com/