09 Fevereiro 2013

Nuevas medidas del gobierno argentino para atacar a la prensa; ahora va por el ahogo económico

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Miami (9 de febrero, 2013).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó una nueva decisión del gobierno de Argentina contra la libertad de prensa, que supone otro grave intento en procura de acallar a los medios críticos o independientes, esta vez mediante el ahogo económico.
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Miami (9 de febrero, 2013).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó una nueva decisión del gobierno de Argentina contra la libertad de prensa, que supone otro grave intento en procura de acallar a los medios críticos o independientes, esta vez mediante el ahogo económico.
“La creatividad del régimen que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para atacar de todas las formas posibles al periodismo libre parece ilimitada y, desgraciadamente, irrefrenable”, declaró Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
La semana pasada, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, transmitió a la mayoría de los supermercados y empresas de productos electrodomésticos la decisión del gobierno de prohibirles hacer publicidad en los periódicos y la TV de Buenos Aires, la capital del país, al menos por dos meses.
El alto funcionario gubernamental advirtió que quienes no obedezcan la orden serán sancionados o sufrirán represalias. La resolución, dijo Moreno, se enmarca en una estrategia gubernamental para combatir la elevada inflación que padece Argentina.
La prohibición afecta decisivamente a todos los diarios y emisoras de TV de la capital, incluso a los medios oficialistas. Pero éstos mantienen una abultada pauta publicitaria del Estado, mientras que los críticos o independientes no reciben avisos oficiales en “castigo” por mantener su independencia editorial.
“Este bochornoso boicot orquestado por el Estado Nacional no registra antecedentes en la historia de nuestro país” y es “una triste demostración de hasta dónde se puede llegar con el autoritarismo en un contexto dominado por la discrecionalidad y el apriete”, advirtió en un comunicado público la Asociación de Editores de Diarios de la Ciudad de Buenos Aires (AEDBA).
Según esta organización, “la medida tiene como destinatarios privilegiados a los medios que intentan sostenerse de manera genuina con la publicidad privada, ecuación de la que viven los medios independientes en todos el mundo”.
A la vez, “beneficia a aquellos que viven de la publicidad oficial y que no requieren ser viables comercialmente para subsistir, porque son subvencionados y, a la vez, rehenes de la voluntad del Estado”.
“Es un flagrante caso de censura previa”, denunció AEDBA.
Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) advirtió que “presionar a los anunciantes para que retiren avisos de medios y utilizar recursos públicos para premiar o castigar a empresas periodísticas por su línea editorial, configuran graves ataques a la libertad de expresión”.
“Prohibir anuncios privados o amedrentar a las empresas que desean pautarlos son variantes de la censura. La combinación de ambas acciones conduce a un ahogo económico de los medios independientes”, dijo ADEPA.
Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, recordó que los gobiernos de los Kirchner (Néstor Kirchner desde 2003 a 2007) y Cristina F. de Kirchner (2007 hasta la actualidad) “han estado diez años perfeccionando sus mecanismos de acoso contra la prensa no adicta, inventando leyes, decretos, resoluciones y acciones de hecho, en un crescendo sistemáticamente contrario a la libertad de expresión”.
“Primero fue el ‘escrache’ público de los medios y periodistas que osan discrepar con el mandamás; luego siguieron el uso corrupto del dinero del Estado para premiar a los ‘amigos’ y castigar a los ‘enemigos’, los ‘juicios populares’ contra periodistas ante la sede del Poder Ejecutivo, la persecución de medios y periodistas por organismos de recaudación y servicios de inteligencia, el montaje de un enorme aparato de propaganda gubernamental financiado por el Estado mediante el uso descarado de los medios públicos y la cooptación de empresarios privados afines para transmitir el ‘relato’ oficial, y la aprobación de una ley que, con la loable finalidad de ampliar el espectro de voces, terminó siendo un instrumento para destruir a un grupo de medios que no acepta ser un mero repetidor del discurso gubernamental”, recordó Paolillo.
La novedosa medida de prohibir a los anunciantes privados publicar su publicidad en la prensa, dijo Paolillo, “va en la misma línea que todo lo anterior” y “es congruente con el objetivo final del kirchnerismo. Esto es, que, al final del camino, el pueblo argentino escuche una sola voz: la del gobierno”.
Paolillo dijo que la nueva decisión del gobierno de la presidenta Fernández de Kirchner “choca frontalmente” contra los principios de la Declaración de Chapultepec, seagún los cuales “las presiones” y “la intimidación” coartan “severamente la libertad de expresión y de prensa”. Además, dice la Declaración, “la censura previa, las restricciones a la circulación de los medios o a la divulgación de sus mensajes” y “la creación de obstáculos al libre flujo informativo”, se “oponen directamente a la libertad de prensa”.
La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Estados Unidos.

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