Miami (Enero 16) -- La Sociedad Interamericana de Prensa, a través de su Comisión de Libertad de Prensa e Información, condenó enérgicamente el asesinato de un editor de un periódico en Brasil, al tiempo que reaccionó contra un ex-militar argentino que amenazó al periodismo de su país al reivindicar la desaparición de miles de personas durante la última dictadura militar.
Danilo Arbilla, titular de la Comisión de Libertad de Prensa, lamentó ambos episodios que "contrastan con el clima de libertad de expresión que debe prevalecer en una democracia", al tiempo que exhortó a los gobiernos de Brasil y Argentina a reforzar las garantías necesarias para que el periodismo desarrolle su labor libre de amenazas e intimidaciones.
En el caso de Brasil, el 14 de enero fue asesinado Manoel Leal de Oliveira, editor y propietario del semanario A Região en la localidad de Itabuna en el estado de Bahía. Manoel Leal, de 62 años, fue asesinado a las 8:30 de la tarde cuando llegaba a su domicilio, por dos pistoleros que se dieron a la fuga luego de asestarle seis disparos. El editor del periódico de mayor circulación de esa región tenía muchos enemigos, ya que su periódico era muy crítico de la alcaldía de Itabuna y de las fuerzas policiales. Si bien se desconocen los motivos específicos del homicidio, se presume que fue asesinado por razones que incumben a la libertad de prensa.
Arbilla, director del semanario Búsqueda, Montevideo, Uruguay, urgió a las autoridades brasileñas a que investiguen este hecho con profundidad y que eviten que otro asesinato quede en la impunidad. Manoel Leal es el segundo periodista asesinado en los últimos dos meses. El 29 de octubre fue asesinado el locutor radial Edgar Lopes de Faria, en Campo Grande, en el estado de Matto Grosso del Sur. De octubre de 1996 a octubre de 1997, la SIP registró 15 asesinatos de periodistas en las Américas.
Por otra parte, la Comisión de Libertad de Prensa también reaccionó contra declaraciones del capitán retirado argentino Alfredo Astiz publicadas en un semanario de ese país, en las que expresó que "hoy en día puedo matar a cualquier político o periodista", al reivindicar la lucha armada durante la última dictadura argentina en la que se estima desaparecieron entre 10 y 30.000 personas. Sobre la prensa dijo que "para los periodistas ahora parece que no existió la subversión. Tienen que cuidarse, van a terminar mal. Es como ahora con el tema de José Luis Cabezas. Está bien, lo mataron, no es para tanto...".
Arbilla expresó que "es lamentable esta apología del delito que nos obliga a pensar en tantos periodistas argentinos desaparecidos en aquella época y en la precariedad de garantías actuales en la cual muchos, como Cabezas, deben desarrollar su labor".