30 Outubro 2012
Su familia nunca supo nada de su paradero
Martín La Rotta fue bautizado con el nombre de José Bernabé, pero desde que nació el 31 de mayo de 1952, lo llamaron Martín. Nació en Aguachica, una población del departamento del Cesar, Colombia, en el seno de una familia de 21 hermanos.
Su primer trabajo fue en la administración de las salas de cine de propiedad de su padre. En 1999 salió favorecido dentro de una convocatoria de emisoras, con lo que logró en febrero de 2000 salir al aire con la radioemisora La Palma Stereo en San Alberto, otra población del Cesar.
Desde las primeras emisiones de su estación radial, La Rotta tuvo que pagarle dinero a los paramilitares que operan en esa zona del norte colombiano. Es lo que llaman la vacuna, una extorsión que en este caso alcanzaba a los 50 mil pesos mensuales (US $21). Se somewtió a pagar la vacuna en varias oportunidades, a pesar de su inconformidad. Hasta que no pudo más y dejó de hacerlo.
En octubre de 2003, un amigo le avisó que tres hombres armados lo habían ido a buscar a su oficina radial, mientras él realizaba un viaje a la Bogotá. En vista de eso, Martín La Rotta se refugió por dos meses en la ciudad capital, hasta que el 22 de diciembre debió regresar a San Alberto a fin de buscar a alguien que lo reemplazara al frente de la emisora, mientras se calmaban las cosas, comentó.
El 7 de febrero de 2004, llamó por teléfono a su esposa e hijos, quienes ya estaban radicados en Bogotá, para avisarles que se encontraría con ellos ese día, pues viajaría en el vuelo de la mañana o del medio día.
Pero, ni su esposa, Luz Carmen Prada, ni sus tres hijos: Evelyn, Lizeth y Carlos Mario, volvieron a verlo. A las 12:35 de ese día, mientyras aún estaba en la oficina escuchando el noticiero, fue baleado y herido de muerte. Salió a la calle pidiendo auxilio, pero ya era demasiado tarde.
Un año después, el crimen de Martín La Rotta está impune. No hay un solo detenido y la investigación sigue en la etapa de indagación preliminar en práctica de pruebas.