HAITI

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La libertad de prensa en Haití ha estado bajo constante amenaza en los últimos meses, en razón de la inseguridad que sufren los periodistas y los medios como consecuencia de los ataques de los simpatizantes del ex presidente Jean Bertrand Aristide y de oficiales de la Policía, principalmente. Un periodista resultó muerto y otros recibieron amenazas y algunos fueron atacados y golpeados, sobre todo en los primeros meses de este año. En pocas palabras, en Haití la libertad de prensa sigue siendo una actividad de alto riesgo, a pesar de que hace más de un año de la salida de Aristide del poder y el cambio de gobierno. El 14 de enero el periodista Abdias Jean fue muerto cuando cubría una intervención policial en la comunidad de Cité de Dieu. En la misma acción policial también murieron otras tres personas, según reportes de prensa. Testigos en el lugar dijeron que oficiales de la Policía haitiana mataron a Abdias Jean al darle alcance en una casa, tras perseguirlo después de haber sido testigo de los homicidios y los abusos que presuntamente cometió la policía. Durante la operación, oficiales de la Policía también maltrataron a un periodista de la emisora de televisión Telé Ginen, a quien le confiscaron su cámara, la cual devolvieron muchas horas más tarde sin el cassette que contenía la grabación de las acciones policiales. También el 14 de febrero, Claude Bernard Serant y Jonel Juste, dos periodistas del diario Le Nouvelliste, fueron atacados por seguidores del ex presidente Jean Bertrand Aristide en Bel-Air, un distrito de Puerto Príncipe. Los asaltantes golpearon severamente a los periodistas y les robaron sus equipos. Tuvieron que ser hospitalizados. El 23 de enero, la oficina de prensa del primer ministro, Gerard Latortue, emitió un comunicado en el que el funcionario criticaba al corresponsal de Reuters en Haití y presidente de la Asociación de Periodistas Haitianos, Guyler Delva. Decía que un reciente reporte de este periodista constituía una “lamentable maquinación” y que Delva no pierde oportunidad para proveer desinformación sobre Haití. Este tipo de reacción gubernamental, normal en cualquier otro país, constituye una seria amenaza contra el ejercicio del periodismo aquí, donde la inseguridad y los ataques de los bandos políticos contra los periodistas son tan comunes. Delva ha recibido amenazas de muerte en varias ocasiones. El 7 de febrero, la agencia gubernamental de comunicaciones de Haití (Consejo Nacional de Telecomunicaciones) ordenó a la estación de radio privada Radio Solidarité cambiar su frecuencia, lo que fue considerado por su gerente general, Venel Remarais, como una represalia política. CONATEL dio de plazo hasta el 28 de febrero (tres semanas) para que esta radioemisora cambiara su frecuencia.

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