Informe Presidencial
Presidente Andrés García
59ª. Asamblea General de la SIP
Chicago, Illinois
Octubre, 2003
Hace un año, en la Ciudad de Lima, al iniciar mi tarea como presidente de la SIP, pedí el apoyo de todos ustedes, convencido de que sólo con su respaldo cumpliría satisfactoriamente con la grata encomienda. Hoy, al rendir el informe de mis actividades, deseo dejar constancia de mi gratitud y reconocimiento para todos, por su ayuda invaluable y amistosa comprensión. Este año que culmina hemos tenido una labor infatigable en defensa de nuestra loable misión: defender y promover la libertad de prensa en las Américas.
Invoqué en aquella ocasión la memoria y el espíritu de antecesores tan brillantes como Germán Ornes, Raymond Dix, Lee Hills, Julio Mesquita, John Watkins, así como el ejemplo del respetado amigo Rómulo O´Farrill y de mi querido padre Andrés García Lavín, quienes están entre nosotros. Sus pensamientos y ejemplos guiaron mi labor, al igual que el consejo y valiosas opiniones de los ex presidentes y otros colaboradores y amigos que trabajan arduamente en la defensa de la libertad de expresión y de prensa. Para ellos también mi agradecimiento y homenaje.
Los graves acontecimientos que coartaron este año el clima de libertad de prensa nos obligaron a redoblar esfuerzos y así marcar nuestra presencia a favor del derecho a la información de todos los pueblos. En defensa de ese preciado valor, la libertad, quiero felicitar y agradecer a todos los miembros de la SIP que se han sumado a esta lucha. Más de un centenar de nuestros miembros participaron en misiones y actividades tanto en países de nuestro hemisferio como en Europa.
Crece nuestra indignación, como la de todos los demócratas del mundo, ante la actitud del gobierno cubano, que no ha atendido ninguna voz de protesta ni peticiones de clemencia a favor de los 33 periodistas condenados a injustas y largas condenas de prisión, entre ellos a nuestro admirado consocio, Raúl Rivero. Desde el 18 de marzo pasado, cuando fueron aprehendidos 28 de ellos, iniciamos una campaña de defensa de los colegas, que recientemente hemos intensificado, solicitando la intervención de la relatoría de Derechos Humanos de la ONU, la intercesión de gobiernos amigos y una promoción para que todos los periódicos del continente pidan a sus lectores que se unan a esta protesta pública y permanente hasta que se corrija la iniquidad. En la Asamblea General de la OEA en Chile, nos reunimos con varios cancilleres a quienes reclamamos mayor firmeza en la condena de los atropellos del gobierno cubano. Similar acción seguimos en Miami, cuando nos reunimos con cónsules latinoamericanos. Requiero de todos ustedes que participen y promuevan el apoyo del público y desde aquí hagamos llegar a Raúl nuestra invariable adhesión y la decisión de que no dejaremos de luchar por su liberación, hasta que tengamos el gusto de abrazarlo.
De igual manera no hemos tenido pausa ni descanso en apoyar a los colegas de Venezuela que sufren las embestidas del gobierno de Chávez, quien pretende estrangular a los medios libres e impedir al noble pueblo hermano, que nos informe, se exprese y opine sin impedimentos. Realizamos un Foro de Emergencia para analizar el problema y exponerlo ante el continente. Estuvimos presentes en Caracas en una misión de investigación, y en el interior del país, en Valencia, con el Instituto de Prensa y la Comisión de Periodistas en Riesgo, ofrecimos una conferencia y seminarios de entrenamiento para periodistas. También en la Asamblea de la OEA logramos derrotar las iniciativas del gobierno tiránico y hacer que se incluyeran, en la declaración final de la reunión, los principios que mantiene y sostiene nuestra Sociedad. Debemos continuar esta lucha hasta el triunfo, por ello solicito de ustedes el mismo franco apoyo que han brindado a la SIP y a favor del periodismo libre venezolano.
Perdonen mi reiteración en torno a estos graves ataques a la libertad de prensa, los cuales no sólo no han desaparecido sino incluso tienden a agravarse. Por ello debemos mantenernos en pie de lucha. Al efecto de multiplicar nuestros esfuerzos, estimo que es prudente continuar la estrategia de hacer alianzas para obtener el respaldo de organizaciones de periodistas y de defensa de los derechos fundamentales del continente y de todo el mundo. Lo que hemos realizado en esta dirección ha rendido óptimos frutos.
En torno a estos capítulos de nuestra muy variada actividad, se ha alcanzado un gran avance en el Proyecto Impunidad para promover el justo castigo de los asesinos de periodistas, el cual se refleja en la notable disminución de este tipo de crímenes. Junto con éste, también ha elevado su eficacia el Programa de Respuesta Rápida.
Como ustedes saben, durante mi presidencia se puso énfasis en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, debido a las amenazas que se ciernen sobre la independencia, pluralidad y diversidad de los medios de comunicación privados en el mundo. Bajo el eje temático de cerrar la brecha que las nuevas tecnologías han creado entre países ricos y pobres, numerosos gobiernos y grupos utilizan las reuniones preparatorias de la Cumbre para incluir variadas formas de regulación y control por parte de los estados al flujo informativo y al libre ejercicio del periodismo. En una estrategia de alianza con la AIR e instituciones como el Instituto Internacional de Prensa y otros grupos del Comité Coordinador de Asociaciones de Libertad de Prensa, hemos sostenido con firmeza nuestras convicciones e influido para que a los medios creados con las nuevas tecnologías se les apliquen los mismos criterios de libertad de expresión y de prensa que a los medios tradicionales que operan en países democráticos.
Otro de los logros más satisfactorios es que hayamos alcanzado el punto de estabilidad en las finanzas de nuestra sociedad, que durante los últimos años fue una cuestión negativa. Merced a la campaña de recolección de fondos de nuestros consocios y con el apoyo de varias fundaciones, entre ellas John S. and James L, Knight, Robert McCormick, y Mac Arthur, erradicamos los problemas económicos de nuestro edificio sede Jules Dubois, en Miami. Además, con el apoyo de las fundaciones reforzamos programas como el de Impunidad, los de Instituto Técnico para la celebración de seminarios, el de Acreditación de Escuelas de Periodismo de los países latinoamericanos, todo lo cual progresó notablemente. Especial mención merece el aumento del número de seminarios del Instituto Técnico, de sus novedosos temas, calidad, así como el creciente interés de un cada vez mayor número de asistentes.
Desde el inicio de mi gestión expresé ante ustedes mi convicción de que debíamos brindar mas oportunidades a un número cada vez mayor de nuevos socios, para participar directamente en puestos de responsabilidad en el gobierno de la SIP, lo cual daría más fortaleza a la institución. Hemos iniciado un camino para alcanzar estos propósitos y en el futuro inmediato se debe continuar e intensificar esta apertura, sin perder de vista la necesidad de que también se multiplique el aprovechamiento de los esfuerzos y mayor experiencia de los socios veteranos. Estoy seguro de que la vitalidad y fortaleza de la SIP depende del aprovechamiento de su mayor riqueza, que son sus integrantes.
De acuerdo con los cambios hechos en nuestros Estatutos para captar a nuevos socios provenientes de los periódicos cibernéticos, creamos una comisión que prepara el proyecto de un plan para incorporar a dichos órganos a nuestras filas y defender sus derechos y su libertad ante las acechanzas de algunos gobiernos.
Para concluir, quisiera subrayar algunos temas de singular importancia donde es preciso aumentar nuestra participación y eficacia. Además de intensificar la defensa de la libertad de prensa, necesitamos también pedir a nuestros representantes regionales de las comisiones respectivas que refuercen la vigilancia del cumplimiento, por parte de los gobiernos, de nuestras recomendaciones en la promoción de la Declaración de Chapultepec, cuyos principios recientemente fueron signados por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe y por el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez. También, que denuncien las fallas judiciales que propician la impunidad de los asesinos y agresores de periodistas o que violenten el secreto profesional de los informadores.
Nuestro trabajo internacional se sigue consolidando. Además de mantener nuestra presencia en organizaciones hermanas como la Comisión Mundial de Libertad de Prensa, el Comité Coordinador, el IPI, la AIR y la Asociación Mundial de Periódicos, lo hacemos en la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la OEA y de la UNESCO.
En este sentido, acabamos ayer de firmar con el IPI, que está presidido por nuestro querido ex presidente de la SIP, Jorge Fascetto, un acuerdo de colaboración para hacer más efectiva nuestra lucha por la libertad de prensa. Tenemos igual intención de firmar un acuerdo similar con el presidente de la AIR, Eladio Lárez, que ratificará, sin lugar a dudas, documentos que hemos firmado anteriormente en Panamá, Caracas y Sao Paulo.
Reitero mi profundo agradecimiento a todos y cada uno de ustedes y a los directivos y miembros de comisiones que me prestaron su valioso concurso. Mi conocimiento y gratitud al personal de la sociedad que encabezan Julio Muñoz y Ricardo Trotti, sin cuyo auxilio y apoyo no hubiera podido cumplir mis obligaciones al frente de nuestra querida SIP, a la que deseo fervientemente una larga y exitosa vida y a la cual recordaré con gratitud por haber colmado mi deseo de contribuir en mi personal proporción, a su histórica lucha a favor de la prensa libre.